De la misma manera en que el diseño requiere de un plan cuidadoso, de un balance, de cualquier característica dada por sentada y de lo esencial, nuestras vidas también necesitan el balance perfecto.

Los grandes diseñadores no se forman trabajando 60 horas por semana. Estos se forman desde el trato a sus vidas con respeto. Necesitamos tratar a nuestras vidas de la misma manera que nos encargamos de nuestros diseños.

Una de las mejores maneras para que esto tenga sentido es viendo tu vida como si fuera un brief que acabas de recibir de un cliente.

El comienzo el proyecto: Establecer tus metas personales y profesionales

Piensa en quién eres, qué es lo que deseas, y qué te va a hacer feliz. Aunque esas cosas cambien durante el paso del tiempo, mientras siempre evalúes y dediques tiempo al entendimiento de tu dirección y tus metas, tomarás mejores decisiones.

Tu propia dirección de arte y balance envuelve mucho más que el hecho de solamente decidir trabajar menos o trabajar más inteligentemente. Necesitas crear un valor intrínseco –un valor que no se motiva por factores externos como el dinero.

Tu dirección de arte

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Proponte metas personales y profesionales para poder indicarte una dirección y un enfoque a ti mismo, escríbelas y mantenlas en algún lugar donde las puedas ver a diario. Y cuéntales a tus familiares y amigos cuáles son tus metas (más de esto después).

Un camino que sea significante, posible y consistente crea buen diseño, por eso es clave emplear tiempo en este enfoque cuando estés diseñando tu propio balance entre tu trabajo y tu vida.

Con un set decente de metas y un fuerte punto de referencia de lo que deseas, tendrás cimientos sólidos en los que podrás construir y crecer.

La dirección es crucial para todo lo demás en este proyecto, así que no apresures esta parte.

Tu metas

Entendiendo la jerarquía e importancia en la información

¿Qué información es importante para ser vista por un usuario? ¿Cuándo debería de verla, y cómo es que esa información lo guiará para tomar decisiones? El hecho de poder contestarte estas preguntas te brindará una significativa información sobre la importancia y la jerarquía.

Ya con tus metas personales y profesionales bien definidas, decide qué es lo que necesitas para alcanzar esas metas, el orden de su importancia y qué tanto te vas a involucrar con cada una de ellas. Algunas de tus metas necesitarán más compromiso que otras.

Como ejemplo: Digamos que tienes estas 3 metas:

  1. Aprender cómo tocar ‘Fur Elise’ en el piano
  2. Ponerte en forma para ir a la playa en dos meses
  3. Aprender a programar

¿Aprender a tocar ‘Fur Elise’ en el piano es más importante que ponerte en forma? ¿Más importante que aprender a programar? Eso depende totalmente de ti.

No dejes que una de tus metas opaque a las demás, simplemente distribuye tus recursos adecuadamente. Entonces, si estás trabajando mucho en tu trabajo profesional, intenta a toda costa ponerle más énfasis a tus metas personales.

Crea un balance

El hecho de crear un balance es el truco para diseñar lo que sea. El lograr encontrar un balance en tu propia vida significa que se empleó tiempo y energía para alcanzar tus metas. Encuentra un equilibrio entre elementos como tu tiempo, motivación, eficiencia, fuerza de voluntad, energía y honestidad.

Hablando de nuestro previo ejemplo: digamos que no estás haciendo un gran progreso para aprender a tocar ‘Fur Elise’ en el piano. Posiblemente es porque no estés experimentando para ver qué es lo que sí y lo que no te está funcionando. En lugar de ver el gran panorama, estás simplemente golpeando tu cabeza contra el muro sin llegar a ningún lado.

Pero retrocede y podrás darte cuenta que te hace falta motivación y que no estás haciendo el esfuerzo necesario, o que tu fuerza de voluntad se está acortando y no le estás diciendo que NO a las cosas que deberías.

Cuando te detienes a observar un diseño, habrá veces en las que darás un paso atrás y cambiarás las cosas. ¿Por qué? Porque cuando las hayas cambiado, funcionarán mejor con todos los demás elementos.

Date cuenta de qué no esta funcionando y por qué no esta funcionando –para después hacer lo necesario para reparar tal situación.

Pide retroalimentación

Asegúrate de tener bien registrado y en cuenta lo que estás haciendo y habla con cuantas personas puedas.  Compártele a amigos y familia sobre tus metas para que te mantengan en el camino, esa ‘presión’ leve hará que tu solo te motives para seguir con lo que has dicho que quieres realizar. Que no te de pena por preguntarle a un colega o a alguien que admiras cómo es que ellos manejan su propio balance entre su vida y su trabajo.

Si no tienes un mentor, encuentra uno. Acércate a personas que admiras y pregúntales sobre consejos, retroalimentación sobre tu situación, tips, etc. Lo que ellos te digan puede cambiar tu jugada para bien.

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Como diseñadores, tenemos que recordar que somos seres humanos. Trabajamos para vivir. No vivimos para trabajar.

Encontrar un balance en tu propia vida puede ser tan simple como comparar tu vida con tus diseños, para después estar dispuesto para substraer cosas, hábitos, personas, etc., para así poder tomar acción y cambiar situaciones. Depende de ti identificar y aprovechar tus talentos y ventajas para hacer que todo esto suceda. Cree en ti, y no pierdas la motivación, el camino al éxito está siempre en construcción.